Normalmente, los vehículos de fábrica salen con instalaciones eléctricas muy básicas: baterías de poca capacidad, sin placa solar, reguladores de baja calidad, etc.
Es una característica propia de las marcas en las que priorizan reducir costes, en detrimento de procurar por una buena autonomía, cosa que puede hacer que en el momento menos deseado, no funcione cualquier elemento del propio vehículo: sin calefacción en una noche fría, sin nevera, imposibilidad de cargar elementos, etc.
Para poder incrementar la autonomía en cada caso, es importante detectar el problema inicial, para después poder desarrollar una solución energética específica.
Esta solución a medida puede pasar por:
- Instalar soluciones de litio, que incrementan considerablemente los ciclos, y la autonomía, a la vez que disminuye el peso y las dimensiones.
- Instalar una placa solar de alta gama con un buen regulador. De nada sirve instalar una gran placa solar, sin prestar atención en el regulador.
- Aumentar la capacidad de las baterías de origen.
- Instalar elementos que permiten una carga más acelerada de las baterías, en viaje.
- Instalar inversores para permitir el uso de elementos a 220, incluso sin estar conectados a la corriente.